martes, 4 de enero de 2011


Me puede llevar a navegar como ayer, a sonreír en la amarga existencia del sol que no quiere salir. El mal de la mantequilla me hace resbalar sobre las huellas del ser olvidado, logra capturar mis ojos y esconderlos, mostrando así un ver de saber y de no leer… aun así todo lo contrario al horario de lo escuchado me ve salir por la puerta de atrás, para llegar al comienzo del otro día que no quería.

1 comentarios:

For the heart i once had dijo...

Lamentablemente el reloj, los días y el tic tac, nos hace caer en la triste realidad que los días avancen a pesar de que no queramos, y no podremos hacer nada.
Un beso grande, y perdón mi retraso:)

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